Cambio Climático

“El tiempo de equivocarse se acabó”, advierten en la cumbre de IndonesiaPropuesta de México para tratar de frenar el cambio climáticoBALI, Indonesia (DPA y France Presse).— El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, afirmó ayer en la conferencia climática de Bali que “es hora de actuar”, mientras los ministros de Medio Ambiente de todo el mundo se reunían en la isla indonesia para alcanzar un acuerdo sobre las negociaciones de un nuevo tratado global de protección climática. Las decisivas negociaciones a nivel ministerial, que inauguró ayer el ministro del ramo del país anfitrión, el indonesio Rachmat Witoelar, en presencia de Ban, y que se extenderán hasta mañana, tienen como objetivo acordar una agenda que concluya en un nuevo tratado que suceda al Protocolo de Kioto, vigente hasta 2012, para combatir el cambio climático.“Nos reunimos porque el tiempo de equivocarse se acabó”, dijo Ban dos días antes de la clausura del encuentro. “La ciencia es clara: el cambio climático está ocurriendo, el impacto es real y el tiempo de actuar es ahora”. El funcionario advirtió sobre las extremas consecuencias: el aumento del nivel del mar, inundaciones, severas sequías y hambrunas, si no se actúa.Por su parte, México pidió “fórmulas financieras innovadoras y adicionales”, proponiendo la creación de un fondo multinacional para ayudar a los países en vías de desarrollo a afrontar el cambio climático.“La solución al desafío del cambio climático no puede basarse en un esquema de donativos gubernamentales de ayuda al desarrollo”, afirmó el secretario mexicano de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Juan Elvira.Corea del Sur pidió ayuda internacional para contener las 10,500 toneladas de crudo vertidas el viernes en las costas surcoreanas, que ya han afectado a decenas de kilómetros de costa. Se trata de cien toneladas de un tejido que absorbe el petróleo y ayuda a extraerlo del mar.En otro vertido de petróleo, una gran cantidad se esparció en el Mar del Norte en los alrededores de una plataforma “offshore”, lo que fue calificado como el segundo derrame de crudo más importante en la historia del reino.